La traducción automática y Eurovisión
Con el avance de la tecnología, son muchas las tareas humanas que están siendo sustituidas por las máquinas. Parece como si, poco a poco, el mundo de la informática e Internet fueran ganando terreno a las capacidades humanas. La traducción automática podría ser una de ellas.
Desde las cajas rápidas de los supermercados hasta pedir tu hamburguesa en el McDonald’s, el ser humano parece ir perdiendo su papel en muchas tareas laborales.
¿Cómo afectan los avances tecnológicos al mundo de la traducción y la interpretación?
Uno de los mayores deseos del ser humano es poder comunicarse. Como cabría de esperar, ese deseo ha hecho que surjan un gran número de aplicaciones para este fin. Así, con el paso de los años, se han ido creando herramientas y recursos para la traducción.
El software utilizado por los traductores profesionales es conocido como TAO (Traducción Asistida por Ordenador). Algunos ejemplos de software TAO son: TRADOS, Déjà Vu y Wordfast. Estas herramientas ayudan a los traductores con la creación de memorias de traducción. Estas memorias facilitan en gran medida la labor del traductor. Sin embargo, ni mucho menos se encargan de hacer la traducción de forma independiente al 100%.
Otras aplicaciones o herramientas sí que traducen directamente de un idioma a otro. Un ejemplo sería el famoso traductor de Google o los traductores automáticos de Facebook o Microsoft.
Traducción automática y calidad
Los traductores automáticos son una herramienta de fácil manejo y, a primera vista, buen resultado…pero no es oro todo lo que reluce. Si bien pueden sacarnos de algún apuro durante nuestras vacaciones, también pueden meternos en un lío.
Como seguramente sabréis, el pasado día 12 de mayo se celebró en Lisboa el Festival de Eurovisión. El Festival finalizó con Israel como país ganador. Al acabar, el primer ministro israelí Benjamín Nentanyahu publicó un tuit en hebreo para felicitar a la ganadora. Deseosos de entender qué le decía el primer ministro a Netta, muchos eurofans decidieron usar el traductor automático de Microsoft. Este fue el resultado:
Obviamente, el primer ministro no estaba insultado a la ganadora. Se trata de un error de traducción que podría haber causado gran polémica. Fueron los israelíes quienes explicaron que se trata de una expresión de afecto que se traduciría más bien como “eres lo máximo”.
Este es otro ejemplo más de cómo la traducción automática está todavía lejos de poder sustituir a los traductores humanos profesionales.